Fácilmente, podemos llegar a la conclusión de que carne es violencia. Ante este escenario de injusticia es necesaria una re-evolución:
La revolución menos sangrienta de la historia: ¡saca la carne de tu plato!
Crezcamos en Amor; los animales son inocentes, y no merecen nuestros malos tratos… Quitemos de nuestra dieta el cuerpo Animal, y todo lo que produzca su sufrimiento; es tan simple como no tragarnos sus cadáveres, una revolucionaria opción personal, que evita la muerte de criaturas sintientes. No te los comas; reflexiona antes y pregúntate, ¿de dónde viene lo que te llevas a la boca?, siente y recuerda: eso es un pedazo de vaca muerta, con células como las tuyas, con sangre; parte de un cuerpo que antes sentía el latir de un corazón… Toma esa conciencia, ¡es así de fácil!, tu puedes evitar la angustia innecesaria de muchos animales; opta por la vida, elije el Amor, que la humanidad no podrá lograr la paz, no podrá evolucionar mientras tolere el sufrimiento de alguna criatura… ya que “mientras existan mataderos, habrá campos de batalla” (Tolstoy). Enternezcámonos y decidámonos, poco a poco, a superar la violencia en todo ámbito en nuestro hermoso planeta Tierra. Debemos amar la ceración entera, tener conciencia ante la vida, ya que "Cuando Dios prohibió matar, no hizo ninguna excepción" (Lactancio).
Este cambio de menú es un proceso natural; siendo omnívoro, no es raro que ya lo estés notando; no te extrañes si empiezas a sentir rechazo, o incluso asco y pena de comer animalitos. Luego te extrañará el hecho de comer carne, pues es un paso evolutivo (hacia el Amor), que sólo se puede dar luego de tomar conciencia. Es un proceso muy personal, que nuestra humanidad vive desde que es humanidad, y si a ti todavía no te toca (pues te debe tocar el corazón) tarde o temprano llegará el momento. Así, “llegará el día en que los hombres verán el asesinato de animales como ahora ven el asesinato de hombres” (Leonardo da Vinci).
“Cuando recordamos otros movimientos de liberación nos gusta pensar que, de haber estado ahí, hubiéramos sido abolicionistas o sufragistas, o al menos, no habríamos cooperado con la opresión, ni nos habríamos desentendido del tema. No llegamos a tiempo. Ahora tenemos otra oportunidad, la de la revolución menos sangrienta de la historia, Y no se nos pide que arriesguemos la vida, ni siquiera la cárcel: simplemente que elijamos otro plato de menú.” (Peter Singer)
Esta re-evolución comienza por uno, es válida para cualquier bando bienintencionado, es diaria y persistente, efectiva, de resultados inmediatos y sin daños colaterales; no se derrama sangre, sino todo lo contraro. Sólo tienes que sentirla, pensarla y actuar. Que la comodidad no te detenga, no te quedes ahí, no le temas al cambio, avanza, actúa; se humilde y cambia tu vida, cambia tu corazón, cambia tu dieta; toma esta decisión, que transformará tu vida a una existencia más armónica, sana y feliz. Mantén esta alternativa amable y respetuosa: no aceptes la muerte animal, no dejes que se haga parte de tu cuerpo, no te tragues el miedo que sintió aquel animal al momento de su sacrificio. ¡Hazte vegetariano! Querer es poder, atrévete! No te arrepentirás.
Esperamos, abras tu corazón e intelecto, y recibas estas palabras con lo mejor de ti, pues vienen de lo mejor de nosotros.
¡Muchas gracias por tu lectura!
con mucho Amor, CPE tierra
Costumbres feroces, ese es el problema. Seguimos costumbres y tradiciones que solo alimentan a nuestro corazón con violencia. Esa violencia que implica tratar a los animales como carentes de emociones, o peor aún, satisfacernos con su sufrimiento.
Como sociedad estamos lejos de ser civilizados, mientras no reflexionemos antes de cometer estas atrocidades, sólo dejamos convertirnos en marionetas de un “orden del sinsentido y de la sinrazón”. Mientras no reflexionemos antes de comer carne o de asistir a un rodeo, o sobre todo el proceso industrializado de la leche, estamos subestimando a la fuerza de la verdad.